Ya baja la Centuria por las calles de Santa Ana
ya corrre el viento al son de cornetas y tambores
ya huele a Semana Santa en Guadalcanal.
Entran subidos a lomos de una vieja burra. Oyen pacientes el juicio final
Acompañan al Padre cuando atado está.
Le ayudan a llevar la cruz camino del altar
Derraman lágrimas de Aguas al verlo matar
Callan en silencio en su Santo funeral. Y cantan con alegría al verlo resucitar.
Entre sus manos un Rosario que les da la Paz,
Sobre sus espaldas una Cruz clavada con Amargura,
No es el Dolor de una Madre sino la Soledad
La que les lleva a la Magdalena de piedad.
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